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lunes, 2 de septiembre de 2013

Para José Coronado, el teatro es…


José Coronado (Madrid, 1957) 

El teatro es la fuente de vida del actor. Ahí es donde sigue aprendiendo, es en el único medio donde un actor tiene la posibilidad de vivir el viaje sin interrupciones, donde tiene el privilegio de vivir otra vida en toda su magnitud y, así, enriquecerse.
………
No quiero hacer teatro que solo entretenga, sino que aporte enriquecimiento a través de lo que indague el espectador.
………..
Me encantaría que al igual que yo me olvido durante la representación de que me llamo José y soy actor y tengo el privilegio de vivir otras vidas, el público se olvidara de que es espectador y tomara partido.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Para Juan Mayorga, el teatro es...

"[…] "El escenario me permite contar historias, como el novelista, explorar la lengua como el poeta y desarrollar a placer mis preocupaciones filosóficas, con el valor añadido de que director e intérpretes desplazan todo eso a lugares imprevistos y el público lo vive como una experiencia.

El teatro es el lugar idóneo para examinar el mundo con ojo crítico y para imaginar utopías".[…]"

Juan Mayorga
Madrid, 6 de abril de 1965), dramaturgo español, considerado uno de los autores más destacados de su generación.

sábado, 21 de marzo de 2009

Mensaje Oficial para el Día Mundial del Teatro 2009

Mensaje Oficial para el Día Mundial del Teatro 2009

Por Augusto Boal

Todas las sociedades humanas son espectaculares en su vida cotidiana y producen espectáculos en momentos especiales. Son espectaculares como forma de organización social y producen espectáculos como este que ustedes han venido a ver.

Aunque inconscientemente, las relaciones humanas se estructuran de forma teatral: el uso del espacio, el lenguaje del cuerpo, la elección de las palabras y la modulación de las voces, la confrontación de ideas y pasiones, todo lo que hacemos en el escenario lo hacemos siempre en nuestras vidas: ¡nosotros somos teatro!

No sólo las bodas y los funerales son espectáculos, también los rituales cotidianos que, por su familiaridad, no nos llegan a la consciencia. No sólo pompas, sino también el café de la mañana y los buenos días, los tímidos enamoramientos, los grandes conflictos pasionales, una sesión del Senado o una reunión diplomática; todo es teatro.

Una de las principales funciones de nuestro arte es hacer conscientes esos espectáculos de la vida diaria donde los actores son los propios espectadores y el escenario es la platea y la platea, escenario. Somos todos artistas: haciendo teatro, aprendemos a ver aquello que resalta a los ojos, pero que somos incapaces de ver al estar tan habituados a mirarlo. Lo que nos es familiar se convierte en invisible: hacer teatro, al contrario, ilumina el escenario de nuestra vida cotidiana.

En septiembre del año pasado fuimos sorprendidos por una revelación teatral: nosotros pensábamos que vivíamos en un mundo seguro, a pesar de las guerras, genocidios, hecatombes y torturas que estaban acaeciendo, sí, pero lejos de nosotros, en países distantes y salvajes. Nosotros que vivíamos seguros con nuestro dinero guardado en un banco respetable o en las manos de un honesto corredor de Bolsa, fuimos informados de que ese dinero no existía, era virtual, fea ficción de algunos economistas que no eran ficción, ni eran seguros, ni respetables.

No pasaba de ser mal teatro con triste enredo, donde pocos ganaban mucho y muchos perdían todo. Políticos de los países ricos se encerraban en reuniones secretas y de ahí salían con soluciones mágicas. Nosotros, las víctimas de sus decisiones, continuábamos de espectadores sentados en la última fila de las gradas.

Veinte años atrás, yo dirigí Fedra de Racine, en Río de Janeiro. El escenario era pobre: en el suelo, pieles de vaca, alrededor, bambúes. Antes de comenzar el espectáculo, les decía a mis actores: “Ahora acaba la ficción que hacemos en el día a día. Cuando crucemos esos bambúes, allá en el escenario, ninguno de vosotros tiene el derecho de mentir. El Teatro es la Verdad Escondida.”

Viendo el mundo, además de las apariencias, vemos a opresores y oprimidos en todas las sociedades, etnias, géneros, clases y castas, vemos el mundo injusto y cruel. Tenemos la obligación de inventar otro mundo porque sabemos que otro mundo es posible.

Pero nos incumbe a nosotros el construirlo con nuestras manos entrando en escena, en el escenario y en la vida.

Asistan al espectáculo que va a comenzar; después, en sus casas con sus amigos, hagan sus obras ustedes mismos y vean lo que jamás pudieron ver: aquello que salta a nuestros ojos. El teatro no puede ser solamente un evento, ¡es forma de vida!

Actores somos todos nosotros, el ciudadano no es aquel que vive en sociedad: ¡es aquel que la transforma!

El Día Mundial del teatro, creado en 1961 por el Instituto Internacional del Teatro se celebra cada año el 27 de marzo por los Centros nacionales del ITI, la AITA/IATA, la UNESCO y la comunidad teatral internacional.
Numerosas manifestaciones teatrales se organizan para esta conmemoraciópn, una de las mas importantes es la difusión del Mensaje Internacional tradicionalmente escrito por una figura de alcance mundia, invitada por el Instituto para compartir sus reflexiones sobre los temas del teatro y la paz entre los pueblos. Jean Cocteau (Francia) fué el autor del primer Mensaje Internacional en 1962.
Desde entonces cada año, la comunidad teatral internacional, celebra el evento y a estas conmemoraciones no podemos faltar nosotros.


Augusto Boal, Río de Janeiro, Brasil, 1931. Dramaturgo, escritor y director de teatro brasileño, es conocido por el desarrollo del Teatro del Oprimido, método y formulación teórica de un teatro democrático, del pueblo. Es Candidato al Premio Nóbel de la Paz para el 2008.
Augusto Boal, Río de Janeiro, Brasil, 1931. Dramaturgo, escritor y director de teatro brasileño, es conocido por el desarrollo del Teatro del Oprimido, método y formulación teórica de un teatro democrático, del pueblo. Es Candidato al Premio Nóbel de la Paz para el 2008.

Si quieres bajarte el mensaje, o más datos biográficos de Augusto Boal Pulsa (AQUÍ)

martes, 18 de marzo de 2008

Para Adolfo Masillach, el teatro es...

... es una aventura, un vértigo, una atracción… La misma que siente el escritor al empezar una novela o el pintor al iniciar un cuadro.
Adolfo Marsillach (Barcelona 1928 - Madrid 2002). Actor y director teatral

jueves, 13 de marzo de 2008

¿Qué es para mí el teatro?

¿Qué es para mí el teatro?

Al preguntárselo Jean Louis Barrault, actor y director francés, uno de los máximos exponentes del teatro del siglo XX, se respondía: Es sobre todo amor y, su contrario, muerte; es, por definición, poesía, puesto que sólo existe en el momento del acto creador. Como el amor es cita, emoción, ofrenda, elevación, don de sí, intercambio, comprensión, comunión; en fin, goce, aleluya, sacrificio, regocijo, orgía. Es a la vez místico y profano, hay en él santos y prostituidos. Va de la catedral al burdel y viceversa.

Aparece en las ceremonias mágicas de los bosques primitivos, así como en las celebraciones religiosas de la antigüedad. Aparece en el atrio de nuestras iglesias, y aparece en el acto sexual más bestial. Con acceso a lo visible y lo invisible, lo natural y lo sobrenatural, al equilibrio y la desmesura, a la carne y al espíritu, a la luz y a la sombra, es el arte más abierto y, por consiguiente, sólo puede servir a la Justicia, a la Justicia Universal.

Nada tiene que ver ni con la moral, ni con el catecismo, ni con la ley, ni con la interdicción, ni con el bien que oprime, ni con el mal que acepta, ni con posiciones tomadas, ni con el partidismo, ni con la propaganda y su explotación política. Debe mantenerse abierto a todos, testimonio o denunciador de todo aquello que estrecha, substrae, disminuye, sofoca: De todas las imposturas.

Es el Ser desnudo, la Vida pura. Desemboca en la soledad y la angustia, y trata de reconvertirlas en amor y felicidad. Entonces, se lanza en busca del hombre; por eso es nómade y misionero. Con una corona de cartón en la cabeza, una capa de brocado sobre los hombros, un fondo de color en las mejillas, una valija en la mano, vive del hombre, por el hombre y para el hombre. Recuperada su virginidad todas las mañanas, empieza a amar, a entusiasmarse por todo, a darle alma a todas las cosas y a asombrarse cuando le dan golpes. Es el único momento en que ya no entiende nada: Es todo menos adulto. Es la Vida: Eterna y efímera.

Es y debe seguir siendo a la vez el más religioso de los oficios y la más desordenada de las profesiones. Socialmente, el teatro es olvido, muerte, sueño y justicia; individualmente, es don de sí, arte de la voluntad; estéticamente, es el arte del presente, es decir, el arte carnal, magnético, por excelencia. No sólo se dirige a la vista y al oído, sino también al sentido mágico, divino: Al sentido del tacto; con sus centros emisores y sus radares. Es el Arte hechicero.

Fuera de eso, no se sirve al Teatro, sino que se sirven o nos servimos del teatro. No está hecho para acentuar aquello que separa a los hombres, sino al contrario, para volverlos a unir. No está hecho para la división, sino para la unión. No está hecho para sustentar los odios, sino para facilitar el intercambio y la comprensión.

Es necesario ante todo, que uno mismo desaparezca, dándose todo entero, se desintegre, se funda en los demás, aceptando todo, dirigiendo todo, para que al final de esa zambullida pueda reaparecer asumiendo, entonces, a los demás. Esa es, bajo formas profanas, la vocación del teatro: el don total de sí para poder asumir a los demás.

Esta, la profesión apasionada, la delirante definición del teatro que nos dejara uno de los mejores actores de todos los tiempos, el gran hombre de teatro, el actor Sol, Jean-Louis Barrault, a modo de visión de vida, de concepción del mundo, de weltanshauung, a partir de su experiencia escénica, donde yendo de lo interior individual a lo interior colectivo , la dignidad humana se debate entre deseos, desechos, rechazos, complejos, impulsos, egoísmos, salud, asombros, vicios, vida, insomnios, muerte. En fin, -repitámoslo comprendió como hemos de comprenderlo perfectamente que el teatro es sobre todo amor y, su contrario, muerte. Es cita, emoción, ofrenda, elevación, don de sí. Intercambio, comprensión, goce, comunión. Regocijo, orgía. El ser desnudo. La Vida pura. Olvido, muerte, sueño y justicia. Comprendió que es necesario que uno mismo desaparezca, dándose todo entero, se desintegre, se funda en los demás, aceptando todo, dirigiendo todo, para que al final de esa zambullida pueda reaparecer asumiendo, entonces, a los demás. Comprendió que la vocación del teatro es el don de sí para poder asumir a los demás.

Pablo Mora. Santa Ana del Táchira - Venezuela (1942)
Fuente: Adorno, Theodor W. et alii: El teatro y su crisis actual . Caracas, Monte Ávila Editores, 1979, pp. 79-89.

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lunes, 3 de septiembre de 2007

Para Leonor Manso, el teatro es...

...es un lugar en el cual el texto es el motivo, un disparador, un encuentro, primero de un grupo de gente, en un tiempo y un espacio dirigido por el coordinador, por un director al cual el material le ha despertado determinados sueños o sensaciones; en ese amasijo de sueños del director y de cada uno de los actores, de todos los que componen el espectáculo, el hecho se concreta, realmente, con el amasijo de los sueños que le disparan al espectador, eso es el teatro para mí.

Leonor Manso. (Buenos Aires 1948) Actriz y directora teatral argentina

miércoles, 18 de julio de 2007

Para Federico García Lorca, el teatro...




...es uno de los más expresivos y útiles instrumentos para la edificación de un país y el barómetro que marca su grandeza o su descenso.

...es una escuela de llanto y de risa y una tribuna libre donde los hombres pueden poner en evidencia morales viejas o equívocas y explicar con ejemplos vivos normas eternas del corazón y del sentimiento del hombre. Un pueblo que no ayuda y no fomenta su teatro, si no está muerto, está moribundo; como el teatro que no recoge el latido social, el latido, histórico, el drama de sus gentes y el color genuino de su paisaje y de su espíritu, con risa o con lágrimas, no tiene derecho a llamarse teatro, sino sala de juego o sitio para hacer esa horrible cosa que se llama "matar el tiempo".

Federico garcía Lorca, (Fuente Vaqueros, 1898 – entre Víznar y Alfacar 1936). Poeta y Dramaturgo
Para ver el texto completo de la Conferencia, pulsar AQUÍ

miércoles, 4 de julio de 2007

Para Alejandro Trejo, el Teatro ...


...es un lugar donde puedes plantear temáticas que sacan ronchas, que van contra la corriente. El teatro es un pequeño mundo donde la imaginería, donde las temáticas, te tienen que traspasar, de alguna manera, donde tienes que hacerte cargo de lo que te están planteando, para bien o para mal. Nos pueden mandar a la cresta, pero la idea es provocar reacciones, que la gente no se olvide de la obra a la vuelta de la esquina. El teatro para mí, es una pequeña trincherilla donde puedes disparar emociones, ideas. El teatro es un pequeño templo sagrado... pero que también se puede profanar en cierto sentido, como el romper con las estructuras dramáticas, etcétera, pero no para hacer un teatro comercial y liviano.

Alejandro Trejo (Chile, 1960). Actor y director teatral chileno.

viernes, 25 de mayo de 2007

Sobre el TEATRO


Se dijo sobre el TEATRO...


Para mi, el teatro ha sido siempre una reflexión de la naturaleza humana
José Caballero. Director teatral

Si es absolutamente necesario que el arte o el teatro sirvan para algo, será para enseñar a la gente que hay actividades que no sirven para nada y que es indispensable que las haya.
Eugene Ionesco (1912-1994) Dramaturgo francés de origen rumano.

El teatro no puede desaparecer porque es el único arte donde la humanidad se enfrenta a sí misma.
Arthur Miller (1915-2005) Dramaturgo estadounidense.

"El teatro es un gran medio de educar al público; pero el que hace un teatro educativo, se encuentra siempre sin público al que poder educar."
Enrique Jardiel Poncela (1901-1952) Escritor y dramaturgo español