El jurado del Premio Internacional de Investigación Artez
Blai sobre las Artes Escénicas, compuesto por Guadalupe Soria, Manuela Vera,
Natalia Monge y Fernando Gómez Grande, decidió en una sesión de conexiones
múltiples celebrada en Madrid el pasado 21 de diciembre, otorgar el premio de
la edición del año 2018 a la obra ‘Obskenographia’ de Albert Chamorro Serrano.
La obra, seleccionada entre
trabajos presentados del Estado español, Colombia, Argentina y México, es
destacada por el jurado por la libertad con la que se acerca al concepto
general de escenografía. El propio autor asegura que: “pretende arrojar
una mirada distinta sobre el hecho escenográfico en particular y sobre el arte
escénico en general, tratando de desarrollar una reflexión sobre cómo se entienden
estos en otros marcos de nuestra realidad, tales como la arquitectura, la
antropología, la historia o la ciencia política”.
El jurado ha emitido una adenda
al acta que recomienda la publicación de la obra presentada a este premio y que
quedó finalista: ‘Commedia dell’Arte: historia de un teatro artesano’ de
Fernando Llera, y que tiene como objetivo analizar la presencia y la relevancia
de la Commedia dell’Arte en los contextos académicos, en la profesión teatral y
en la investigación científica.
EL PREMIO
Este premio que organiza la Asociación Cultural Artez Blai Kultur Elkartea
y que consiste en la publicación de la obra ganadora en la colección
"Teoría y Práctica" de la editorial vasca Artezblai, editora
asimismo de la Revista de las Artes Escénicas ARTEZ y del
periódico digital www.artezblai.com, tiene un historial
compuesto por los siguientes títulos:
I: 'El arte del actor en el siglo
XX. Un recorrido teórico y práctico por las vanguardias' de
Borja Ruiz
II: 'El poder silencioso de la
experiencia corporal en la danza contemporánea' de Zulai Macias
Osorno
III: 'Hamlet y el actor. En busca del personaje'
de Denis Rafter
IV: 'La construcción del espectador en
el teatro breve de José Sanchis Sinisterra' de Cristina Ferradás; y
'La interpretación actoral en ópera'
de Susana Egea
V: 'Fundamentos de la puesta en escena
en el teatro de Peter Brook' de Juan Antonio Bottaro
VI: 'La razón pertinaz' de
José Luis García Barrientos
VII: 'Notas y contranotas para una
estética teatral (Aportaciones de la escena al pensamiento contemporáneo)'
de Enrique Herreras Maldonado
VIII: 'Del escenario teatral al
escenario social: teatro, discapacidad e inclusión social' de
Hitandehui Margarita Pérez Delgado
IX: 'El Circo en España. Una revisión
crítica desde la investigación' de Miguel Ángel Tidor López
X: 'La danza de las emociones de Alain
Platel' de Natalia Monge
ALBERT CHAMORRO SERRANO (Barcelona, 1996)
Nacido en el barrio barcelonés de Gracia, muy pronto se traslada a
Sabadell, donde estudia en varias escuelas de arte. Con 17 años entra a
formarse en arte dramático en el Institut del Teatre, en la especialidad de
escenografía. Paralelamente realiza cursos de dramaturgia, interpretación y
diseño en diferentes espacios como la Sala Beckett o la Fundación RCR Arquitectes,
con creadores como Sergi Belbel o Alfons Flores. También realiza prácticas en
espacios como el Teatre Lliure con el escenógrafo Max Glaenzel. Actualmente
cursa un máster en Derechos Humanos, democracia y globalización en la UOC.
Funda el colectivo Virtual Anarchy con el objetivo de explorar lenguajes
escénicos que fusionen las últimas tecnologías con aspectos sociales y
políticos de la realidad cotidiana. También forma parte del grupo fundador de
Muda, un nuevo portal web interactivo sobre artes vivas diseñado para acercar
las voces más invisibles de este mundillo a nuevas generaciones, previsto para
principios de 2019.
Albert Chamorro, sobre el premio
¿Qué te llevó a escribir este trabajo?
Estaba estudiando el cuarto año de carrera en el Institut del Teatre y
tenía muchas ganas de sacarme el grado rápido para poder hacer mis cosas.
Aunque en los estudios de grado del Institut pone que son cuatro años, la
mayoría de gente se los saca en cinco o más porque, en resumen, es una
avalancha de trabajo brutal y no te da la vida. De hecho, luego me contaron que
yo era el segundo alumno en como veinte años de los estudios en acabarlos en
cuatro años, imaginad cómo es el panorama. Pero yo quise acabar cuanto antes y
decidí enfocar el trabajo hacia una parte más de investigación, un trabajo
escrito que me permitía dedicarle más tiempo que a uno práctico. Aparte me
interesaba explorar una parte más literaria que desde una asignatura en primero
se había despertado en mí y que no había tenido la oportunidad de explorar más
que en algunos cursos externos de dramaturgia. Enfoqué el proyecto hacia
desarrollar formas diferentes de comprender el hecho escenográfico (y, por
extensión, todo el arte escénico) en ópticas diferentes. Y me salió esto.
Existe una voluntad en mi trabajo de expandir el campo de lo escénico, de
romper con la clasificación, difuminar las líneas entre lo artístico y de las
otras cosas que en nuestra sociedad son consideradas como más importantes, como
la política o la economía. Y este trabajo fue lo que me salió, escrito a
contratiempo en un mes y medio pero larvado durante cuatro años.
¿Qué supone para ti ser el ganador del XI Premio
Internacional Artez Blai de Investigación sobre las Artes Escénicas?
Pues lo que supone todavía no lo sé, porque todavía lo estoy procesando.
Pero lo que espero que suponga es que visibilice mi trabajo y mis inquietudes
hasta allí donde llegue la noticia, y que eso se traduzca en una cosa muy
sencilla pero a la vez muy compleja de conseguir por aquí: oportunidades de
trabajar. No revelo nada si digo que las oportunidades para la gente que
empieza en este mundillo de desarrollar su creatividad son altamente escasas.
Por no decir que puedo contar con los dedos de una mano las pocas oportunidades
que existen para gente anónima de desarrollar un proyecto escénico de forma
digna (y por digna entiendo cobrar algo, simplemente). Existe una creencia casi
mitológica por estas tierras y que te inculcan desde pequeño que es que si
decides estudiar una carrera relacionada con el mundillo artístico, como es mi
caso, no puedes esperar ganarte la vida con ello. Que es como hacer un hobby
pero pagando bastante. Y esa creencia, que de forma tan efectiva nos han metido
entre ceja y ceja, creo que es muy nociva, o directamente peligrosa. Y lo que
más miedo me da es que no es una cosa solo del pack de lo artístico, sino que
lo veo en gente del pack de ciencias, de humanidades, y otras. Cuando me
llamaron para informarme de que había ganado el premio pasó algo muy gracioso.
Los miembros del jurado se sorprendieron al ver que un chaval de veintidós
añitos (recién cumplidos) hubiese escrito eso. En cierta forma eso me halaga,
pero a la vez pienso que en realidad no es tan raro. Hay mucho talento joven (y
no tan joven) escondido. Algo de ese talento logra emerger. Otro tanto,
proporcionalmente mucho mayor, termina ahogándose. Y cosas como este premio son
las que necesitamos, en mayor medida. Cosas que generen oportunidades.
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