Si hace unos años comenzaron su andadura con "Fuera de Quicio" del mencionado autor, ahora vuelven - después de buscar nuevos registros con otras obras como "Mandíbula afilada" de Carles Alberola o "Dios también come tortilla de patatas" de P.A. Bugallo - a reencontrarse con Alonso de Santos en el montaje de esta comedia, sin aparentes pretensiones pero llena de hilarantes situaciones y con un lenguaje pleno de dobles sentidos.
La hora y media de un vis a vis en una cárcel cualquiera se puede llenar de anécdotas y dar paso a ese inesperado compañero de la vida: el amor. Porque la ternura está donde menos la esperamos si somos capaces de verla.
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